sábado, 13 de noviembre de 2010

Alergias en felinos


Rubén Darío Ríos Ríos
Los gatos como especie tienen unas particularidades en todo el sentido de la palabra. Su comportamiento, sus enfermedades y sus tratamientos difieren bastante de la especie canina.
Si hay algo complicado de manejar es un gato con alergia, sin posibilidad de diagnósticos concluyentes desde el laboratorio, y con dificultades para suministrarles los medicamentos vía oral por varios días seguidos debido a su intoleracia
. A demás se agrega el factor humano que el asunto del rascado del gato les trae impoaciencia y desespero si los resultados y la recuperación no es rápida.

La dermatitis alérgica a pulga, la hipersensibilidad alimenticia, la atopía felina, la dermatitis psicogénica felina y la sarna de los oídos son las principales dermatitis alergias en nuestro medio.: Todas estas enfermedades excepto la sarna de los oídos, tienen en común que el diagnóstico en nuestro medio se hace mediante la observación del paciente en varias consultas, haciendo diagnósticos diferenciales cambiándole el medio donde vive y observando la evolución de la o las enfermedades en el gato afectado.

El diagnóstico de las alergias que se hace con un test o prueba de parche inuectando los posibles alergenos causantes de la alergia, no es posible en nuestro medio. La dermatitis por sarna si se puede diagnosticar con pruebas de laboratorio.

Los síntomas de una dermatitis psicogénica felina y atopia felina son casi idénticos. Esta última puede estar acompañada por sarna o por hongos muy común en gatos de pelo largo como el himalaya y el persa. Por lo general la atopia felina es estacional y en nuestro medio también se exacerba por épocas y puede llegar a ser desesperante porque en pocos días con la manía de arrancarse el pelo y enredarlo como signo principal de la alergia, podría quedar totalmente alopécica o calva.

Tratar de llegar a un diagnóstico concreto necesita del total apoyo del propietario, aunando esfuerzos en conseguir resultados positivos, antes de tener que acudir a los famosos y fuertes glucocorticoides que son los más potentes controladores del prurito o rascado en enfermedades de la piel en felinos y caninos.

Otras situaciones con las que se tiene que lidiar es con su posible baja de apetito que si alcanza varios días es peligroso debido a la ya conocida lipidosis hepática felina que se da en gatos cuando no comen durante muchos días tratándose de una degradación exagerada de las grasas con problemas altos de bilirrubinas en sangre y orina.

La hospitalización podría ser considerada pero con sus más y sus menos debido al estrés en que pueda entrar. No sobra revisar las circunstancias emocionales del felino durantes esas últimas semanas, porque alteraciones del sistema nervioso pueden influir negativamente y agrandar el proceso o ser parte importante del proceso, sin que se le cargue la responsabilidad causal a este aspecto. Es importante considerar alimentación, control de parásitos externos e internos y el entorno en que vive.

Morales Romero Karelis
CRF

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